lunes, 1 de junio de 2020

Macana

Le digo a mi mujer “qué macana” y no me entiende. Señal de que no uso mucho la expresión. Busco esplendor en el DRAE y obtengo:

macana1.(De or. amer., y este de or. inc.).1. f. Bol., Col. y Ec. Especie de chal o manteleta, de algodón fino, propio del vestido de la chola.

Real Academia Española © Todos los derechos reservados

 macana2.(Voz caribe).

1. f. Artículo de comercio que por su deterioro o falta de novedad queda sin fácil salida.

2. f. Arma ofensiva, a manera de machete o de porra, hecha con madera dura y a veces con filo de pedernal, que usaban los indios americanos.

3. f. Am. Garrote grueso de madera dura y pesada.

4. f. Arg., Perú y Ur. Hecho o situación que produce incomodidad o disgusto.

5. f. coloq. Arg., Bol., Par., Perú y Ur. Mentira, desatino.

6. f. C. Rica, El Salv., Hond. y Nic. Instrumento de labranza consistente en un palo largo con punta o un hierro en uno de los extremos, que sirve para ahoyar.

7. f. Hond. Chanza, broma.

8. f. Nic. Pala de paleta plana y mango largo.

9. f. pl. coloq. C. Rica. Dientes de una persona.

qué ~.1. loc. interj. Arg., Bol., Perú y Ur. U. para expresar contrariedad.

 Lo primero que observamos es lo de “Todos los derechos reservados”, con el sellito de copyright. La democrática RAE, que no para de repetir que el español es de los que lo hablan (o cosas así, dependiendo de lo inspirado que esté el funcionario de turno) se ha reservado los derechos sobre un libro cuyo contenido no le pertenece. Pero ese es otro asunto.

Lo que yo quise decir fue algo equivalente a “qué contrariedad”, con una expresión coloquial (cuarta acepción de la voz caribe, donde no se menciona el carácter coloquial) menos rotunda que “qué cagada” (con la que nos hubiésemos entendido en el acto). Pero como tuve esa ocurrencia, acabé consultando El Diccionario. Reconozco que algunas de las consultas a esta obra científica responden menos a la necesidad de saber qué significa algo que a la curiosidad por ver qué habrán puesto.

 Mi punto de partida era una noción vaga de “macana” como un tipo de arma primitiva, una especie de garrote (segunda acepción de la “voz caribe”), pero nada más. Hago constar que, con años allí, nunca he escuchado a ningún venezolano usar esa palabra (aunque sí "macán", con otro significado), y no recuerdo haberla escuchado nunca a ningún hablante del español, salvo en los sentidos indicados. Consigno sin embargo este reciente hallazgo, aporte de un cumanés: “En Venezuela le dicen “macanas” a las pinzas (toda la pinza, completa) de las langostas, langostinos, camarones, o cangrejos” (v. aquí). La referencia es insegura, pero podemos tomarla como un indicio útil.

 La primera acepción que nos propone el DRAE es declarada “de origen incierto” y no me cabe ninguna duda de que, al menos en Ecuador se usa del modo que aquí se dice. La mayor cantidad de referencias apuntan a la ciudad ecuatoriana de Cuenca.

 Respecto a Colombia, he visto que a una prenda similar la llaman “anascote”, palabra española derivada del holandés a través del francés, y que llaman “macana” a esta bebida que Ud. podrá obtener si mezcla y calienta a fuego lento dos litros de leche, 4 cucharadas de mantequilla, 4 yemas batidas, 2 tazas de galletas dulces, molidas y 2 tazas de azúcar. Pero sobre esta nutritiva mezcla nada nos dice el DRAE. Los colombianos también llaman "macana" a una madera de palma empleada tradicionalmente para la fabricación de muebles.

El muy útil Diccionario Etimológico Español en Línea nos dice que viene del taíno makana, o del quechua maqana, pero advierte que la primera documentación en castellano es de Fernández de Oviedo en 1526, antes de que los españoles conquistaran el Perú, por lo cual la palabra tiene que haber entrado al español por el taíno y no por el quechua.

Debemos agradecer a la pobreza del DRAE que nos inspire estas entretenidas y siempre útiles investigaciones de aficionado.