La verdad es que no existe una
pauta general para leer, como no la tenemos tampoco para ver películas o
contemplar obras de arte. ¿Cuántas veces hay que ver una película? A primera
vista puede parecer absurdo hacerlo más de una vez, lo cual en muchos casos es
cierto, pero ver ciertas películas varias veces es algo que no sólo es sensato
sino que parece incluso necesario. La intuición corriente es que si uno ha
visto la película prestando atención, en las siguientes ocasiones no verá nada
nuevo, la experiencia será la misma. La película es ofrecida de una manera standard para ser contemplada de una
manera standard: tiene una duración
de dos horas y no hay repeticiones, y usted no toma notas ni hay pausas para
debatir. Hoy podemos ver la película en DVD y repetir escenas o parar para
consultar datos en el IMDb o en Wikipedia, pero esto no representa una nueva
forma de verla, sino sólo el uso de algunas comodidades que ayudan al espectador
distraído o desinformado que no es capaz de recibir el “mensaje” de la manera “prevista”.
Hay que hacer una advertencia. Al
sugerir que no hay una lectura standard
no estoy pensando en el hecho de que el receptor de una obra puede hacer con
ella lo que quiera. Obviamente, usted puede leer Guerra y Paz con las
instrucciones de Rayuela, o usar la Crítica de la razón pura para mantener
abierta una ventana; nadie se lo impide, y en muchos casos estas recepciones
darán mayor sentido y utilidad a la obra que el que nosotros o cualquiera le
hubiéramos dado ateniéndonos al uso regular. Lo que digo es que lo que el autor
nos ofrece, normalmente, es un trabajo a medias y nuestra labor de lectura (ateniéndonos
al texto y sin hacer experimentos) lo que intenta es vislumbrar una forma de
terminarlo.
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